UN CHISTE:
Una ancianita se entera por una vecina de que a dos cuadras, en un puesto municipal, están regalando unas naranjas muy buenas y sabrosas.
La ancianita decide ir a comprar, y la vecina le advierte que se apure porque hay una fila larguisima y quién sabe, si se acaban rapido.
La ancianita sale presurosa, y al llegar al punto indicado ve una fila de mujeres y corre a tomar un puesto en ella. Pero no advierte que se trata de la fila hecha por prostitutas en el Centro Medico Zonal, que concurren a revisación médica. Una a una, las profesionales del sexo van pasando y saliendo, hasta que le toca el turno a la ancianita. Al verla, el médico de turno queda estupefacto. Y luego le dice,
-¡Pero abuela! ¡A su edad!.
Y la ancianita responde, algo avergonzada:
-No se preocupe, señor... yo las chupo, no mas.